¿Cuándo comenzó la Fiesta de la Pampilla?
Su origen
La próxima semana nuestra Patria cumplirá 209 años de Independencia y los coquimbanos nos juntaremos en la Pampilla, la que llamamos “la fiesta más grande de Chile”, pero ¿desde cuándo se festeja en Coquimbo? De antemano, diremos que es un mito urbano que esta fiesta popular consolidada casi a fines del siglo XIX se festeja hasta el día 20 porque la noticia de la Independencia llegó con un día de atraso a nuestra ciudad. Veamos su historia. Hasta 1837, esta fiesta de la chilenidad se festejaba el día 18 de septiembre y, en otras localidades, el día 12 de febrero. Por instancias de las autoridades del Estado de Chile, se decretó una sola fiesta el día 18 de septiembre y el 19 el Día de las Glorias del Ejército.
El contexto
A mediados del siglo XIX, Coquimbo mostraba con orgullo su desarrollo económico atrayendo a innumerables inmigrantes -entre ellos ingleses, galeses, irlandeses, norteamericanos y de otras nacionalidades-, que llegaban a trabajar en el comercio del cobre y el trabajo en las fundiciones donde sus habilidades técnicas eran de vital importancia. Fueron estos ciudadanos extranjeros los que empezaron a ocupar el espacio de la actual Pampilla como lugar de esparcimiento y prácticas deportivas, tanto de fútbol como carreras de caballos, las que lentamente comenzaron a coincidir con las festividades patrias. Las carreras de caballos “a la inglesa” se incorporaron a las actividades patrias el último día de festejos, con un programa y reglamento elaborado meticulosamente que incluía instrucciones a los jinetes, sus horarios, premios y jueces. Hasta 1883, fecha de su fallecimiento, los terrenos de la “Estancia de la Pampilla” pertenecían al señor Domingo Iñiguez Espinoza.
Escenario
El escenario que se observaba era masivo y comenzaba a vislumbrarse una incipiente actividad comercial alrededor de las ramadas, apuestas, diálogos, encuentros familiares, todo bajo el entusiasmo y alegría de la banda de músicos dispuestos para tal evento. En efecto, las “carreras de caballos a la inglesa” se continuaron desarrollando independientemente de las Fiestas Patrias, que se ajustaban a un programa oficial con un Tedeum en la Iglesia San Pedro, izamiento de la bandera chilena en cada casa y los desfiles. Los terrenos de La Pampilla desde 1887 pertenecían al señor José del Carmen Vicuña Lavigne.
El rol de la Municipalidad a partir del siglo XX
Cuando la fiesta se estaba haciendo cada vez más masiva atrayendo personas no solo de Coquimbo, sino que también de la Serena y otras ciudades cercanas, se constituyó una sociedad entre el propietario -señor Vicuña- y la Municipalidad, quién se convirtió en la institución organizadora de las actividades, quedando las carreras a cargo del señor Vicuña. Durante un largo periodo y superando inclusive los tiempos de crisis, se mantuvo este lugar como único para celebrar las festividades patrias. Huasos a caballo, elegantes mujeres con trajes tradicionales, chinchineros, vendedores de molinos multicolores, pelotas rellenas con aserrín, algodones, dulces paragüitas, ramadas, asados, carpas y otros elementos, fueron dando forma a la “fiesta más grande de Chile”. Fue así como en 1924 se incorporó a esta actividad el Cuerpo de Bomberos, con sus socios y voluntarios y, en una bonita y llamativa carpa, atendían a sus invitados. Ya en esa fecha los cobros por el ingreso eran: góndolas, 20 pesos; coches, 6 pesos; autos, 10 pesos; caballos, 1 peso y se arrendaban sitios para instalarse. Durante décadas se mantuvo esta “alianza” municipio-privados en la explotación de los terrenos y de las actividades dieciocheras, superando las dificultades comerciales que se presentaban cada año.
Vista desde la Pampilla de Coquimbo
Rotary Club y Club de Leones
Ante tantos reclamos por parte de la ciudadanía respecto a las utilidades que dejaban las fiestas, existieron dos organizaciones de gran prestigio (Rotary Club y el Club de Leones), que jugaron un rol importante en la responsabilidad de los ingresos. El primero, con su gran carpa, donde las utilidades que esta les dejaba iban en beneficio de la sociedad, brindando asistencia social a pobladores coquimbanos de escasos recursos. Ejemplo de ello fue la construcción y habilitación de la Escuela Hogar, obra que fue iniciativa del Rotary Club de Coquimbo, como asimismo, atenciones a jóvenes de escuelas de escasos recursos con ropa, útiles, lentes y atenciones médicas.
La Pampilla en manos del Municipio
El 31 de marzo de 1978 el Club de Leones hizo entrega de un cheque por el monto de 500 mil pesos a la sucesión del señor Vicuña, representada por el abogado señor Nelson Bonilla, en la notaría de don Alejandro Roncaglioto, que era el último aporte para formalizar la compraventa, formalizando así la adquisición de La Pampilla por parte del municipio. Es decir, la Pampilla es producto de la generosidad de los dirigentes de la época, destacando entre ellos a los dirigentes, señores Ricardo Olivares González, Víctor González, Raúl Gutiérrez, Camilo Henríquez y el alcalde, señor Alfonso Juan Oliver Orrego, de quienes hoy, después de décadas, nos sentimos complacidos y agradecidos por haber defendido para la ciudadanía los terrenos que la próxima semana visitaremos, que debieran de convertirse en un gran parque, como se ha pensado en varias oportunidades. A ellos se debe que La Pampilla pasara a constituirse en patrimonio de la comunidad. La población de Coquimbo, La Serena, y otras localidades, siguen con la esperanza de algún día visitar este recinto en otras condiciones, más recreacionales, porque La Pampilla es y será una fiesta de enorme significado para el coquimbano, que se prepara todo el año para asistir allí a consumir un “asadito”, elevar un volantín, bailar una cueca y disfrutar en familia el primer paso en la Independencia de Chile y festejar el día de las Glorias del Ejército, cuando todo partió con el llamado a convocar un Cabildo Abierto que hicieron los criollos y patriotas aquel 18 de septiembre de 1810, dando inicio a la Independencia de Chile.
El único año que no se ha festejado fue en 1973. Según información que acabo de encontrar desde el año 1932 y hasta el año 1945, el día 20 fue declarado feriado.
Juan Valdivia Tabilo