Primer Cuerpo de Bomberos de Coquimbo (1878-1882)
En las últimas semanas hemos sido testigos de miles de hectáreas de bosques nativos que se han quemado en el sur de nuestro país. Se gastan millones de dólares, se contratan helicópteros, aviones tanques, se soluciona el problema de la quemazón, se cancelan indemnizaciones, se habla de reforestación, etc., pero pocos mencionan la noble labor de los voluntarios: los bomberos. Nadie se recuerda del nombre del joven bombero que falleció la semana pasada, por ejemplo. Por eso, hoy he querido rendir un homenaje a los bomberos, aquellos voluntarios que las 24 horas del día están atentos al llamado. A los Bomberos de Coquimbo.
En el mes de junio de 1878, un grupo de entusiastas jóvenes del puerto, conociendo las grandes necesidades y, al mismo tiempo, el bien que reporta un Cuerpo de Bomberos en cada uno de los pueblos de la república, sentó las bases para la formación de un cuerpo de bomberos, para salvaguardar los intereses y las vidas de los habitantes del puerto y, al efecto, lo formaron después de muchos sacrificios en 2 compañías. La primera se denominó "Mangueras", en cuyas filas se enrolaron la mayoría de los empleados del ferrocarril del puerto. La segunda se llamó "Hachas y escaleras" y estuvo compuesta por 65 miembros de distintas nacionalidades, llenos de entusiasmo y dispuestos al sacrificio.
De los miembros más destacados que tuvo el Cuerpo de Bomberos de Coquimbo, podemos mencionar a los señores Hugo Cosgrove, quien fue su Superintendente General, los señores Tomás Ireland, Agustín Virgilio, Roberto Parker, Jorge Barón, Moisés Fábrega, Carlos Cowan, Agustin Tiffou, Saturnino Cortés, Francisco Espejo, Pedro Avalos, Alfredo Carmona, Juan A. Pizarro, Pascual Maluenda, Roberto Carmona, Julio Carcasson, Pacomio Gómez Solar, Fernando Cuevas Verdugo, Pascual Carcasson, Estanislao Ríos, Leoncio Barón, Alfredo Yeomans, Francisco Spencer, José Joaquín Celis, Guillermo Eaton, entre tantos otros jóvenes.
Este Cuerpo de Bomberos prestó importantísimos servicios durante la Guerra del Pacífico y demostraron todo su entusiasmo y cariño por esta tierra, que se enrolaron hasta los guardianes de la policía en las filas del Ejército y fueron ellos, los jóvenes, los que ofrecieron su contingente al gobernador don Pacomio Gómez Solar, para desempeñar las labores de la policía, ofrecimiento que fue aceptado con un voto de aplauso para tan noble institución. En efecto, les correspondió vigilar las costas del Pacífico, así como también atender el desembarco de heridos que regresaban de la guerra, acto humanitario y digno de ser reconocido.
Un incidente
Como desde su fundación en 1882 no hubo -afortunadamente- ningún incendio, el Directorio, queriendo saber en qué pie se encontraban preparados, acordó en una sesión secreta incendiar un rancho en la parte alta de la población, cosa que se llevó a efecto dando la alarma por medio de la campana de la Iglesia Parroquial y, tan pronto se escuchó la alarma, estos acudieron presurosos a combatir el fuego, constatándose lo bien preparados que se encontraban. Sin embargo, este incidente entre el Cuerpo de Bomberos y la Gobernación Departamental trajo como consecuencia la disolución del primer Cuerpo de Bomberos de Coquimbo, provocando que la ciudad estuviera 20 años sin su protección.
La creación del segundo Cuerpo de Bomberos
El 12 de marzo de 1902 circuló una invitación a una reunión "a efectuarse en la Sala Municipal, el lunes 17 del presente a las 8:30 de la noche". La invitación estaba firmada por 23 personas con la idea de reorganizar el Cuerpo de Bomberos, cuya acta me permito transcribir: "En el puerto de Coquimbo, a 17 de marzo de 1902, se reunieron los abajo firmantes con objeto de iniciar los trabajos tendientes a organizar el Cuerpo de Bomberos. Se designó al señor José Dolores Taborga para presidir la reunión y al señor José M. Larrondo para hacer de secretario". Algunos de los presentes entregaron diversas ideas. El señor Taborga dio cuenta que el señor Lorenzo Esquivel, uno de los firmantes de la invitación de la reunión, le había encargado disculpar su inasistencia agregando que se adhería a los acuerdos que se tomaran para formar el Cuerpo de Bomberos. "Estando de acuerdo todos los presentes en que para la consecución de los fines que se persiguen conviene nombrar una comisión o directorio provisional que se encargue de los primeros trabajos, se designó para formarlo a los señores Agustín Virgilio, Carlos Gage, Juan Jenkins, Augusto Chernau, Alejandro Kerr, Alfredo C. Steel, Alberto Castex, José D. Taborga, Manuel Guerrero, Juan Mac Auliffe, Juan Ottone, Pedro MacKeney, Pedro Amenábar, Alberto Gass y José M. Larrondo. Este Directorio procederá como lo estime conveniente en el sentido de reunir los elementos necesarios para la formación del Cuerpo de Bomberos y citará a los contribuyentes y adherentes a una reunión para dar cuenta de su cometido. J. M. Larrondo, Secretario."
Primer cuerpo de bomberos de Coquimbo.
Primera reunión del directorio provisional
Esta se llevó a efecto el día 20 de marzo de 1902, constituyéndose un Directorio Provisional que quedó compuesto por los señores J. Taborga (presidente), Agustín Virgilio (vicepresidente), Juan J. Mac-Auliffe (tesorero), José M. Larrondo, (secretario), directores, entre otros, Alfredo Steel, Juan Jenkins, Alberto Gass, Juan Ottone, Alejandro Kerr y Agustín Chernau. Se designan comisiones de trabajo por cada subdelegación. En el año 1902 no se contaba sino con el entusiasmo y buena voluntad de sus iniciadores, pero poco a poco se fueron adquiriendo los elementos necesarios y en poco tiempo se formaron 3 compañías: una se llamó "Aguas", otra "Hachas y escaleras" y, finalmente, "Salvadora y guardia de propiedades". La primera máquina que se adquirió le correspondió a la Primera Compañía, fue la "Salamandra", que era una bomba a palanca, primera bomba que llegó a Chile y que pertenecía al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso desde su fundación en 1851, la que prestó importantísimos servicios en el gran incendio que afectó a las casas mayoristas del sector puerto, de los señores Castex y Cía., Heisenberg y Cía., Pedro A. Amenábar y varias otras, que como las anteriores sufrieron grandes perjuicios. Esta institución adquirió más tarde en Europa una bomba a vapor, que costó $12.000, la que vino a reemplazar a la Salamandra. Años después se creó la 4ta Compañía.
Una curiosidad: ¿Por qué los funerales de los bomberos son de noche?
"El año 1858, en medio de la revolución que vivía Chile, muere en Valparaíso el voluntario de la 3a Compañía Domingo Espiñeira. La autoridad negó el permiso para sepultarlo de día, por lo que su funeral debió hacerse de noche y, para iluminarse el camino, los acompañantes utilizaron "chonchones", naciendo así la costumbre de realizar los funerales de los voluntarios (…) en la noche y utilizando antorchas". Cada 30 de junio se celebra el "Día Nacional del Bombero". Un abrazo cariñoso y afectivo a los bomberos de Coquimbo, prestigiosamente dirigidos por el Superintendente Sr. Heriberto Martínez Salgado, saludo que se hace extensivo a todos los bomberos de Chile.
Juan Valdivia Tabilo