Es una casa habitación de dos pisos ubicada en las intersecciones de calles Melgarejo y Bilbao. Es una de las calles principales de esta ciudad puerto y paralela a la calle Varela (que antiguamente se le denominaba la calle de La Aduana).
Hoy se encuentra remodelada, refaccionada y adaptada. En su frente existe ahora una pequeña plazuela que originalmente fue el antejardín. Existe un árbol añoso, con flores preciosas en primavera, pareciera ser parte de la familia de los magnolios (escaso en Coquimbo), con hojas perennes, lustrosas y brillantes.
Es una casa habitación patrimonial emblemática del siglo XIX que, según alguna evidencia, perteneció y fue la casa habitación de don George Edwards Brown. ¿Quién fue él? Fue el primer Edwards que llegó a nuestro país, cuyo apellido aún se mantiene vigente en la hegemonía social y financiera del país. Nació en Londres en 1780. Sus padres fueron Juan Edwards e Isabel Brown. Estudió medicina y cuando se recibió de médico cirujano en el Royal College of Physicians de Londres, se embarcó en el buque corsario inglés "Bakau" cuya misión era perseguir a las naves francesas durante el período de las guerras napoleónicas.
Desembarcó en Coquimbo en 1807 y, por carecer el puerto de algún lugar de hospedaje (al menos no para tan distinguido ciudadano inglés), en la primera noche se dirigió a la ciudad de La Serena donde llegaría a conocer a la que sería su esposa: Isabel Ossandón Iribarren, hija de Diego Ossandón y María del Rosario Iribarren Niño de Zepeda, cuyos encantos lo cautivaron a primera vista. Esa misma noche volvió a bordo para retirar sus pertenencias convirtiéndose en un desertor. El capitán de la nave envió emisarios para llevarlo a bordo, pero no pudieron encontrarlo. Dicen "las malas lenguas" que la familia Ossandón lo habría escondido en una tinaja colonial que era común en los patios de las casas de La Serena.
Pocos meses después de esa fuga, un día 27 de mayo de 1807, el médico inglés que a la fecha tenía 27 años, contraía matrimonio con su libertadora y abjuraba previamente a la religión protestante recibiendo ahora el bautismo católico.
El matrimonio viviría feliz durante 27 años y fue el tronco de los Edwards Ossandón, desde donde surgirían nombres como don Joaquín Edwards Ossandón, futuro alcalde de la recientemente creada Municipalidad de Coquimbo un 5 de mayo de 1867.
El señor George Edwards ejerció su profesión de médico en La Serena y en toda la zona norte del país, logrando hacerse de numerosa clientela que provocó la envidia de los demás médicos que existían en la ciudad, los cuales se congregaron y presentaron una solicitud a las autoridades de la época donde se quejaban de que un médico inglés les arrebataba toda la clientela y no les dejaba recursos para vivir. Esto le acarreó algunas malquerencias de las autoridades españolas que miraban con recelo todo lo que fuera extranjero.
Tuvo serios inconvenientes con el Gobernador García Carrasco, por una conjuración en su contra que le mantuvo encarcelado un tiempo. Hasta se pidió la pena de muerte para él y, una vez recuperada su libertad, volvió a ejercer la profesión de médico.
Fue partidario de los patriotas y ayudó a la causa de la Independencia de Chile. El 30 de mayo de 1818 se le concedió la carta de ciudadanía chilena e hizo donaciones para costear la expedición libertadora del Perú. Además, fue intendente interino de la Provincia de Coquimbo, representándola en el cuerpo legislativo.
Se dedicó a la minería, pero no tuvo grandes negocios. Fue dueño de algunas pertenencias en el Mineral de Arqueros ubicado al norte de La Serena, visitando este lugar acompañando al naturalista Charles Darwin en mayo de 1835. Un año antes, su esposa había fallecido y contrajo segundas nupcias con la señora Buenaventura Argandoña, viuda de Garriga con quien no tuvo descendientes.
Uno de sus hijos fue José Joaquín Edwards Ossandón (quien ocupase el cargo de alcalde de Coquimbo) y, además, Agustín Edwards Ossandón, dedicado a las actividades mineras y bancarias.